Todo empezó hace 60 años, en una radio de Barcelona

El 18 de febrero de 1965, un joven de 21 entraba en los estudios de Radio Barcelona cargado de nervios, ilusión y… un futuro que ni en los sueños más felices debía de imaginar. Joan Manuel hacía su debut radiofónico en el programa «Radioscope», conducido por Salvador Escamilla. Aquella tarde, ante el micrófono del estudio Toreski, la interpretación de algunas de sus canciones más tempranas, como “Ella em deixa”, van dando el pistoletazo de salida a una carrera que marcaría la historia de la música catalana.

Salvador Escamilla, locutor e impulsor de nuevos talentos, recordaría años después aquel primer encuentro: «Cuando lo sentí, supe que había algo especial en aquel chico. Tenía una manera de decir las cosas, una fuerza y una autenticidad que no se encontraban fácilmente». *Escamilla no solo le dio la oportunidad de cantar en directo por primera vez, sino que se convirtió en un mentor y amigo.

Para Serrat, aquel momento fue decisivo: «Yo iba con la guitarra y poca cosa más. No sabía qué pasaría, pero en Salvador me dio confianza y me hizo sentir que aquello podía ser el principio de algo grande». Y lo fue. Gracias al altavoz de «Radioscope, Serrat se empezó a hacer un nombre y, poco después, entraría a formar parte de Els Setze Jutges.

El programa de Salvador Escamilla no era solo un espacio radiofónico; era un escaparate para nuevos talentos y una plataforma por la Nova Cançó. El estudio Toreski se llenaba de público que venía de todo Cataluña para asistir en directo a las emisiones. «Bon dia, Catalunya!», exclamaba Escamilla para iniciar el programa, y con poco guion y mucha intuición, conducía una radio de sentimientos y emociones, hablando de persona a persona.

Años después, Serrat recordaría con emoción el empujón que le había dado Escamilla: «Salvador Escamilla fue una de las tres personas que me han estimado más. Sin él, quizás mi historia habría sido otra». Su apoyo fue fundamental, especialmente en los primeros años, cuando Serrat necesitaba alguien que confiara en él.

Hoy, 60 después, aquellas primeras notas en la radio todavía resuenan. Serrat pasó de ser un joven desconocido a convertirse en uno de los cantautores más influyentes de la música en catalán y castellano. Y todo va empezar así: con una guitarra, una voz y un locutor que creyó en él.