A USTED
A usted que corre tras el éxito,
ejecutivo de película,
hombre agresivo y enérgico
con ambiciones políticas.
A usted que es un hombre práctico
y reside en un piso céntrico,
regando flores de plástico
y pendiente del teléfono.
A usted que sabe de números
y consta en más de una nómina,
que ya es todo un energúmeno
con una posición sólida.
¿No le gustaría
no ir mañana a trabajar
y no pedirle a nadie excusas,
para jugar al juego
que mejor juega
y que más le gusta?
¿No le gustaría
ser capaz de renunciar
a todas sus pertenencias
y ganar la libertad
y el tiempo que pierde
en defenderlas?
¿No le gustaría
dejar de mandar al prójimo,
para exigir que nadie
le mande lo más mínimo?
¿No le gustaría, acaso,
vencer la tentación
sucumbiendo de lleno en sus brazos?
Antes que les den el pésame
a sus deudos, entre lágrimas,
por su irreparable pérdida
y lo archiven bajo una lápida.
¿No le gustaría
no ir mañana a trabajar
y no pedirle a nadie excusas
para jugar al juego
que mejor juega
y que más le gusta?
¿No le gustaría
ser capaz de renunciar
a todas sus pertenencias
y ganar la libertad
y el tiempo que pierde
en defenderlas?
¿No le gustaría
dejar de mandar al prójimo,
para exigir que nadie
le mande lo más mínimo?
¿No le gustaría, acaso,
vencer la tentación
sucumbiendo de lleno en sus brazos?