Entrevista: Núria Martorell
Medio: Joan Manuel Serrat
Fotos: Juan Miguel Morales / Otros
Hoy se publica ‘Jofre Bardagí interpreta Serrat’ con una colaboración muy especial del propio Joan Manuel Serrat en ‘Una mujer desnuda y en lo oscuro’.
Pasado, presente y un legado imprescindible se fusionan con total naturalidad (y justicia poética) en ‘Jofre Bardagí interpreta Serrat’, un disco que hoy sale a la venta y que no solo cuenta con la bendición de Joan Manuel Serrat. Su voz conmueve cuando vuelve a cantar algunos versos de ‘Una mujer desnuda y en lo oscuro’, 20 años después de haber musicado, para el álbum ‘El Sur también existe’, este luminoso y sensual poema de Mario Benedetti. Un tema que ahora vuelve a emocionar por muchos motivos, como el sonido de la guitarra de Josep Maria Bardagí —fallecido en febrero de 2001— extraído de unas demos inéditas de los años ochenta.
Hace un cuarto de siglo, el añorado padre de Jofre (conocido como el Mestre Bardagí) publicó precisamente ‘Bardagí interpreta a Serrat’. Todo queda en casa, vaya. Porque, además, para ambos, Serrat ha sido sinónimo de hogar.
Este nuevo disco cuenta con más colaboraciones estelares: Santi Balmes (Love of Lesbian), en ‘Temps era temps’; Ana Belén, en ‘Malson por entregues’; y Andreu Buenafuente y Litus (en algunos personajes que aparecen en esta misma canción). Todo, bajo la inspirada producción de Juanma Latorre (Vetusta Morla).
— ¿Cuándo empezaste a darle vueltas a la idea de este disco y por qué crees que es importante?
Hace unos cuatro años que empecé a pensarlo. Todo surgió a raíz de un programa especial de homenaje al ‘Àngel Casas Show’, que emitieron en 3Cat (TV3), donde recreé la orquesta que mi padre había creado para aquel programa mítico. Ese momento me reconectó mucho con su figura como músico. Al mismo tiempo, Serrat anunciaba su última gira y yo tenía muy presente el disco ‘Bardagí interpreta Serrat’. Era como si los astros se alinearan. Lo viví como un paso natural, porque he crecido toda la vida con esas canciones en casa. Cantar a Serrat es para mí casi instintivo, y sentí que era el momento de hacer un homenaje compartido: a mi padre y a Serrat, que tanto me han dado. Cuando era joven quise distanciarme de mi padre para encontrar mi propio camino, pero con los años he entendido que somos de dónde venimos y que reconciliarse con eso es un privilegio.
— Han pasado más de 25 años desde que tu padre publicó ‘Bardagí interpreta Serrat’ (1998). ¿Por qué ahora este doble homenaje?
Porque tanto Serrat como mi padre son dos pilares de mi vida, tanto personal como profesionalmente. Nuestras familias han estado unidas siempre, antes y después de la muerte de mi padre. Hemos compartido vida y amistad, y me parecía muy bonito reflejarlo en este proyecto. Las canciones de Serrat forman parte de mí: las he vivido en casa desde pequeño y me han marcado profundamente. Era un homenaje inevitable y natural.
— ¿Qué ha significado para ti la figura de Serrat?
De niño, Serrat era simplemente el trabajo de mi padre: él era músico y arreglista de Serrat. Yo nací en plena gira y, de hecho, hicieron una parada calculando cuándo debía nacer; con solo quince días de vida ya viajaba con ellos. Además, Joan, el compañero de trabajo de mi padre, era al mismo tiempo el padre de Maria, mi mejor amiga de toda la vida, con quien hemos compartido muchas vivencias familiares. En la adolescencia, empecé a escuchar sus canciones de otra manera, y me enamoré de ellas. Me impresionó descubrir que aquel hombre cercano que yo conocía era también uno de los grandes maestros de la música y la poesía. Aún hoy, después de tantos años, hay momentos en los que me sorprendo pensando: “Joan es Serrat”.
— ¿Y la del Mestre Bardagí, como músico y como padre?
Para mí, antes que nada, era mi padre. Lo de “Mestre Bardagí” fue un invento de la televisión, que a mi padre le costó muchos años aceptar. Aunque pasaba temporadas fuera por trabajo, cuando estaba en casa se volcaba completamente en mí y en compartir tiempo juntos. Se desvivía por hacerme feliz. Como músico, todavía hoy, 24 años después de su muerte, mucha gente me habla de él y lo recuerda con afecto y admiración. Dejó un vacío enorme porque era un músico de raza, de los de antes, con un talento inmenso y una humanidad que se notaba.
— ¿Qué destacarías de ambas facetas? ¿Hay alguna lección que repites a menudo y que aprendiste gracias a él?
Destacaría su pasión inagotable. Era una fuente constante de conocimiento y entusiasmo: cuando descubría algo que le emocionaba —fuera música, cine, teatro o pintura— lo compartía conmigo con una intensidad maravillosa. Gracias a él aprendí a amar el arte en todas sus formas, sin etiquetas ni distinciones. Esa mirada apasionada y abierta es una lección que siempre me acompaña.
— Hay un recuerdo que has contado y que es realmente impactante: tú, con cuatro o cinco años, en Castelldefels, sentado en el regazo de Maradona durante un concierto de Serrat, y después jugando a la pelota con él vestido del Barça. Y ‘Cançó de matinada’ te transporta directamente a ese momento. ¿Nunca te has planteado componerle una canción a Maradona?
Es un recuerdo imborrable. Recuerdo perfectamente estar sentado en el regazo de Maradona en medio del concierto y, después, jugar con él a la pelota en los camerinos. ‘Cançó de matinada’ me lleva directamente a esa época y a ese ambiente de giras. Pero no, nunca me he planteado escribirle una canción. Ya hay muchos argentinos que lo han hecho y lo harán mejor que yo, seguro.
— ¿Qué opina tu madre de este disco que tienes entre manos?
Sí, mi madre vive y está encantadísima con el proyecto. Le voy pasando las canciones a medida que las vamos terminando y se emociona mucho. Para ella también es un viaje muy especial.
— ¿Qué crees que diría tu padre después de escucharlo por primera vez?
Me gusta pensar que le habría encantado el disco, estoy seguro. Aunque los arreglos son diferentes, lo hemos hecho con un respeto absoluto hacia la obra original, y creo que eso lo valoraría.
— Él murió con solo 50 años: ¿qué trayectoria crees que habría tenido si hubiera vivido más tiempo?
En cuanto a su trayectoria, seguro que habría seguido haciendo música siempre… Bandas sonoras, publicidad, producciones… lo que había hecho toda la vida. Probablemente también al lado de Serrat, y con aquella creatividad inagotable que tenía.
— ¿Qué crees que opinaría, por ejemplo, de la irrupción de la inteligencia artificial en la música?
Respecto a la tecnología, él siempre estaba al día y disfrutaba descubriendo cosas nuevas. Estoy convencido de que habría visto la inteligencia artificial como una herramienta útil, nunca como una amenaza. Al final, la emoción es insustituible, y eso la IA todavía no lo puede recrear. Él la habría usado para facilitar procesos, pero siempre al servicio del arte y de la emoción.
— Has elegido como productor a Juanma Latorre, de Vetusta Morla. ¿Por qué él?
Vetusta Morla es un grupo que admiro desde hace tiempo. Con Juanma ya habíamos coincidido y habíamos entablado amistad, y me gustaba mucho su manera de producir, tanto dentro del grupo como en proyectos externos. Lo tenía muy presente como posible productor, pero pensaba que me diría que no porque siempre está muy ocupado. Un día, hablando en Madrid, le planteé la idea y para mi sorpresa me dijo que sí: es muy fan de Serrat y le encantó la propuesta y el proyecto. Solo me pidió tiempo para terminar unos compromisos, y eso retrasó el disco un año, pero yo no dudé ni un segundo: sabía que era la persona adecuada.
— Háblame de las colaboraciones: cómo han surgido, cómo los has convencido, qué aportará cada una de ellas… Y, evidentemente, la de Serrat con “Una mujer desnuda y en lo oscuro”. ¿Por qué justamente este poema musicado de Benedetti?
Con Santi Balmes, de Love of Lesbian, nos une la pasión por Serrat, y teníamos claro que debíamos hacer juntos ‘Temps era temps’. Con Ana Belén era evidente que debía repetir su papel en ‘Malson per entregues’, porque ella forma parte de la historia de esa canción. Con Andreu Buenafuente, que además es amigo personal de Joan, pensé que podía dar vida a uno de los personajes que aparecen en ‘Malson per entregues’. Aunque estaba nervioso, fue muy generoso y aceptó sin dudarlo. Igual que Litus, que también pone voz a uno de los personajes de la misma canción.
Y luego está la colaboración más especial: Serrat con ‘Una mujer desnuda y en lo oscuro’. Tenía unas demos de los años 80 en las que Serrat y mi padre tocaban y cantaban juntos. Logré separar la guitarra original de mi padre y, con Juanma, construimos una nueva versión sobre esa base. Cuando le propuse a Joan volver a cantarla conmigo, bromeó diciendo que no la cantaría mejor que en los años ochenta. Pero el resultado fue emocionante: para mí, cantar con él y con la guitarra de mi padre es el resumen perfecto de lo que significa este proyecto.
— ¿Cuáles son las fechas previstas de publicación del primer volumen y del segundo?
El primer volumen salió el 7 de octubre. El segundo empezaremos a presentar singles a partir de enero y está previsto que se publique en abril. Ya está casi todo grabado, solo faltan algunas colaboraciones que todavía estamos terminando de cerrar.
— Ya has ido rodando el repertorio en conciertos este verano. ¿Cómo ha reaccionado el público? ¿Cuándo y dónde será la presentación oficial?
Este verano tocamos en Calonge y fue maravilloso. Llevaba tiempo pensando cómo presentar este repertorio en directo, y decidí contar historias y anécdotas personales ligadas a las canciones, tanto con mi padre como con Serrat. La reacción del público fue muy emotiva, la gente salió conmovida, y eso era exactamente lo que quería conseguir. La presentación oficial será en abril/mayo, con conciertos en distintas ciudades como Barcelona y Madrid, y también estamos trabajando para llevarlo a Latinoamérica.
— ¿Te acompañará Serrat en alguno de estos directos?
Me encantaría, por supuesto. Pero aún no hemos hablado nada en firme. Sería un sueño que pudiera aparecer en algún concierto y cantar conmigo.
— En este disco hay una parte de memoria personal y otra de renovación sonora. ¿Cómo te enfrentaste al reto de actualizar canciones tan míticas sin perder la esencia?
Gracias a Juanma, el productor. Yo tenía las canciones muy interiorizadas y me costaba alejarme de ellas. Necesitaba a alguien con una mirada externa que me permitiera romper esa barrera y encontrar un equilibrio entre respeto y novedad. Aunque para Juanma tampoco fue fácil, su distancia emocional con las versiones originales le dio libertad para proponer arreglos diferentes sin perder la esencia.
— Has dicho que trabajar las armonías de Serrat al piano ha sido uno de los trabajos más difíciles pero más maravillosos que has hecho. ¿Cuál ha sido el momento más mágico o más revelador del proceso de grabación?
Trabajar las armonías fue muy exigente y apasionante a la vez. Sabía que Serrat era complejo armónicamente, pero me sorprendió descubrir también su riqueza rítmica. El momento más mágico, sin embargo, llegó cuando Joan entró al estudio para cantar ‘Una mujer desnuda y en lo oscuro’. Solo escuchar las primeras notas me emocionó hasta las lágrimas. Después de tanto tiempo trabajando en el proyecto, ese instante fue una explosión de emoción que guardaré para siempre.
— El álbum también es un ejercicio de memoria familiar. ¿Cómo has vivido este viaje emocional, revisitando a Serrat con la presencia constante de tu padre en el recuerdo?
Ha sido un viaje intenso y precioso, en algunos momentos difícil, pero sobre todo muy enriquecedor. Me ha conectado con recuerdos y emociones que tenía guardados y que este proyecto me ha hecho revivir. Estoy disfrutando mucho del proceso y no quiero que se acabe… Incluso bromeamos con Juanma diciendo que tenemos que empezar a preparar el volumen tres.

Que privilegio escuchar estas versiones !! Todo el éxito! Y te esperamos ansiosos en la ciudad de Mario.