DECIR AMIGO

Decir amigo
es decir, juegos,
escuela, calle y niñez.
Gorriones presos
de un mismo viento
tras un olor de mujer.

Decir amigo
es decir, vino,
guitarra, trago y canción.
Furcias y broncas
y en los Tres Pinos
una novia para los dos.

Decir amigo
me trae del barrio
luz de domingo
y deja en los labios
gusto de mistela
y a natillas con canela.

Decir amigo
es decir, aula,
laboratorio y bedel.
Billar y cine.
Siesta en Las Ramblas
y alemanas al clavel.

Decir amigo
es decir, tienda,
botas, charnaque y fusil.
Y los domingos
a pelear hembras
entre Salou y Cambrils.

Decir amigo
no se hace extraño
cuando se tiene
sed de veinte años
y pocas pelas.
Y el alma sin media suelas.