TORDOS Y CARACOLES

No atiende ese alboroto de tordos
a cuestiones de patria y de frontera,
de próceres, de aniversarios y banderas,
ni aún hoy que es día de fiesta nacional,
cuando irrumpe en la canción del sol
de la charca donde abrevan,
del árbol que esconde el nido
y la compañera,
picando olivos,
hurgando en mieses,
si el territorio le pertenece.

Los contempla una procesión
de caracoles murmurando
su falta de consideración;
a ras de suelo y babeando.

Demasiado ocupados en las palabras
para poner a salvo de ellas las cosas.
Demasiado obligados en sus pequeñas corazas
como para poder entender a aquel
que lo deja todo para poder ser él.
Demasiado preocupados en palpar con los cuernos,
en mandar christmas por Navidad
y en prepararse un hermoso entierro.