RETRATO
Lletra: Antonio Machado
Música: Alberto Cortez
Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla
y un huerto claro donde madura el limonero;
mi juventud, veinte años en tierras de Castilla;
mi historia, algunos casos que recordar no quiero.
Ni un seductor Mañara, ni un Bradomín he sido
-ya conocéis mi torpe aliño indumentario-.
más recibí la flecha que me asignó Cúpido,
y amé cuanto ellas puedan tener de hospitalario.
Hay en mis venas gotas de sangre jacobina,
pero mi verso brota de manantial sereno;
y, más que un hombre al uso que sabe su doctrina
soy, en el buen sentido de la palabra, bueno.
Desdeñó las romanzas de los tenores huecos
y el coro de los grillos que cantan a la luna.
Al distinguir me paro las voces de los ecos,
y escucho solamente, entre las voces, una.
Converso con el hombre que siempre va conmigo
-quien habla solo espera hablar a Dios un día-
mi soliloquio es plática con este buen amigo
que me enseñó el secreto de la filantropía.
Y al cabo, nada os debo; me debéis cuanto escribo
a mi trabajo acudo, con mi dinero pago
el traje que me cubre y la mansión que habito,
el pan que me alimenta y el lecho donde yago.
Y cuando llegue el día del último viaje,
y está al partir la nave que nunca ha de tomar
me encontraréis a bordo ligero de equipaje,
casi desnudo, como los hijos de la mar.