BUENOS TIEMPOS

Corren buenos tiempos
para la bandada
de los que se amoldan a todo
con tal que no les falte de nada.

Tiempos fabulosos
para sacar tajada
de desastres consentidos
y catástrofes provocadas.

Tiempos como nunca
para la chapuza,
el crimen impune
y la caza de brujas.

Corren buenos tiempos
para equilibristas,
para prestidigitadores
y para sadomasoquistas.

Y silenciosa la mayoría,
aguantando el chaparrón
al pie de un cañón
de papel maché,
come el pan nuestro
de cada día
con un culo así
contra la pared.
Llorando en el mar,
viéndolas venir,
viéndolas pasar,
pasar, pasar.

Corren buenos tiempos
para esos caballeros
locos por salvarnos la vida
a costa de cortarnos el cuello.

Tiempos fabulosos
para plañideras,
charlatanes visionarios
y vírgenes milagreras.

Tiempos como nunca
para echarle morro
o sacar coraje
y pedir socorro.

Corren buenos tiempos
preferentemente
para los de toda la vida,
para los mismos de siempre.